Según un estudio realizado por la Asociación de Ligas Europeas Contra el Cáncer considera que, dos tercios de la población española opinan que estar demasiado moreno ya no está de moda. En la actualidad, también observamos que aumenta el número de personas que se protegen a la hora de tomar el sol. Aún así, los expertos en salud mental constatamos que han incrementado los individuos obsesionados por lucir un bronceado perfecto, son personas que pueden padecer tanorexia.
¿Qué es la tanorexia?
«Más moreno querrás estar y más blanco te verás»
Definiríamos tanorexia como los intentos irrefrenables de las personas para lograr el moreno deseado poniendo en peligro su salud física (lesiones dermatológicas, cánceres de piel, etc) y su salud psicológica. Manifiestan una preocupación y malestar excesivo si no logran exponerse a los rayos de sol naturales o artificiales (cabinas de rayos UVA) el día que tenían previsto o el tiempo deseado. Atribuyen su percepción de belleza, y asocian su autoestima, a estar morenos.
La tanorexia es un vocablo de argot, no una categoría diagnóstica científicamente aceptada, aunque suele traducirse como “adicción al sol” o “adicción al bronceado”, está más próxima a los trastornos relacionados con la distorsión de la imagen corporal, concretamente con la dismorfofobia, que a las adicciones. Lo que se produce es una alteración en la percepción de la imagen corporal, en la que el afectado se ve más pálido, más blanco o menos moreno de lo que realmente está, y esto le lleva a prolongar sus exposiciones al sol o en cabinas de bronceado, con los riesgos que conlleva. Algo similar a lo que le ocurre a la persona que sufre anorexia, que más ayuna o más actividad física realiza para perder peso, y contradictoriamente más gorda se ve.
Es una lucha por estar cada día más moreno que condena a la persona a no perder la oportunidad de broncearse. Lo que sucede es que el sujeto cae en la psicotrampa psicológica que consiste en: cuanto más intenta estar moreno más blanco se ve. Aún así, la persona lo atribuirá a no haber estado suficiente al sol o no haber tenido la suerte de broncearse como tenía previsto y va a seguir intensificando su tiempo de exposición. Pero más buscará ponerse moreno y más blanco se encontrará el día que no pueda tomar el sol, hecho que le provocará nerviosismo y malestar. Es decir, todos los controles que hagan para broncearse al final nunca serán suficientes y caerán en el círculo vicioso de no poder dejar de hacerlos por miedo a tener el color de piel pálido, y en consecuencia, rechazar su propia imagen, verse feos.
Síntomas que pueden presentar los adictos al sol
- compulsión, obsesión por aumentar y mantener el tono ganado experimentando excesiva preocupación.
- competitividad, comparación constante con otras personas por conseguir el bronceado más oscuro.
- frustración e insatisfacción constante por los resultados obtenidos.
- perciben que su tono de piel es inferior de lo que realmente es.
- creencia de que si no están bronceados no están guapos y no se sienten del todo seguros con ellos mismos.
La tanorexia afecta tanto a hombres como mujeres, pero la proporción de mujeres es mayor. Este hecho es atribuible a los factores socioculturales relacionados con el modelo de belleza dominante en la actualidad (valor a la delgadez, a las tallas pequeñas, etc).
La Terapia Breve Estratégica dispone de un protocolo específico de tratamiento para está problemática, que usa la misma lógica de funcionamiento del problema para desactivarla, y romper el círculo vicioso que condena la persona al trastorno. La Terapia Breve, hace consciente a la persona de los mecanismos disfuncionales del mantenimiento del problema, hasta su total resolución. La intervención puede implicar si es necesario a la familia.
Para concluir, recordar que tomar el sol con moderación es muy bueno para nuestro organismo, produce serotonina, un neurotransmisor que produce bienestar y relajación. A su vez también produce vitamina D que ayuda a dormir y refuerza el sistema inmunitario. Pero como todo, si una cosa buena se excede en cantidad y durante demasiado tiempo pasa de ser bueno a dañino, se transforma en un problema.
A mí me gusta señalar que: “La búsqueda exagerada de perfección es una temeridad”
Júlia Pascual Guiteras
Psicóloga y coach Estratégica
Fundadora y Directora del Centro de Terapia Breve Estratégica de Barcelona