Diferencias entre psicólogo y psiquiatra
A menudo me encuentro con artículos en diferentes medios, o con personas en distintos contextos, que tienen una visión equivocada sobre las profesiones de psiquiatra y psicólogo.
En ocasiones se generan pensamientos infundados que describen una rivalidad total entre ambos profesionales. Nada más lejos de realidad. Me he decidido a escribir esta entrada en mi blog para despejar posibles dudas al respecto. En ella haré especial referencia a las principales diferencias existentes entre las dos profesiones a la hora de abordar trastornos mentales.
Como psicóloga experta en Terapia Breve Estratégica te explicaré cuales son las principales diferencias.
¿Cuáles son las diferencias?
Herramientas principales de intervención psicológica
El Psiquiatra a través de la medicación cambia las estructuras cerebrales. Usa un enfoque biológico del comportamiento humano y sus estados emocionales, por ello se centra en los aspectos fisiológicos y químicos del cuerpo humano.
El Psicólogo realiza psicoterapia, es decir, cambia las estructuras cerebrales a través de la palabra y proponiendo experiencias comportamentales nuevas. A parte de contemplar el enfoque biológico y social para el cambio, principalmente se basa en el enfoque psicológico: se puede cambiar con la gestión de los pensamientos y emociones, a través de acciones, otros comportamientos y del uso de palabras sanadoras.
Tipo de relación terapéutica
La relación del psiquiatra con el paciente siempre es la misma. El médico como experto, en posición de superioridad, que trata al paciente que padece.
La relación del psicólogo con el paciente siempre cambia, en función de la persona y la problemática que padece. Al inicio el experto es el paciente, ya que es el que conoce mejor su problemática. Usando la herramienta del diálogo estratégico se realiza una entrevista con una comunicación persuasiva que induce a la acción y que provoca que el cambio pase, de ser posible, a ser inevitable.
Modalidad de intervención
El psiquiatra hará el diagnóstico y según este, le pautará la medicación oportuna. Es la medicación la que le curará y por lo tanto, no sentirá haber sido agente activo del cambio.
En el caso del psicólogo estratégico, el conocimiento llega a través del cambio. Se ponen en marcha todas las técnicas disponibles para combatir el problema, y es después de encontrar la técnica que desbloquea el problema que se llega a conocer la causa de éste y no antes. El psicólogo estratégico está en contra del etiquetaje previo de patologías.
No prescriben medicación aunque conocen bien su funcionamiento. El éxito del tratamiento siempre es gracias a la persona y su esfuerzo en aplicar estrategias de cambio. La persona es el principal agente del cambio. Si el tratamiento funciona es gracias al paciente que ha realizado las prescripciones indicadas. Si no funciona, la responsabilidad es del psicoterapeuta por no haber usado la relación y comunicación adecuadas para que ser capaz de seguir el tratamiento. Como decía D.D Jackson: “No existen pacientes imposibles sino terapeutas incapaces”.
El tipo de problemas psicológicos que tratan
Los psiquiatras y psicólogos tratan los mismos trastornos psicológicos desde enfoques distintos. Se recomienda que para los trastornos severos de salud mental los sujetos realicen previamente un tratamiento psiquiátrico para que el proceso psicoterapéutico sea más efectivo. Se recomienda trabajar conjuntamente para dar respuesta a las patologías, de manera que medicamentos y psicoterapias se complementen cuando sea necesario. Una psicoterapia puede realizarse sin medicación, mientras que un tratamiento sólo farmacólogico para el tratamiento de la salud mental es insuficiente.
Por otra parte, hay que recalcar que los psicoterapeutas no solamente tratan trastornos mentales o problemas, sino que también ayudan a las personas a gestionar sus dificultades, así como para conseguir un objetivo o meta. Además, realizan asesoramiento para las diferentes etapas o situaciones vitales que el ser humano puede encontrarse.
Para concluir…
Es importante desmitificar que los psicólogos y psiquiatras se llevan mal y hay una lucha entre ellos, porque su campo de intervención es el mismo. Las disciplinas son suficientemente diferentes para que cada uno pueda tener su papel diferencial y complementario. Lo que se puede criticar siempre, pero no sólo en este campo de la salud, es la mala praxis de los dos profesionales, que se puede observar por ejemplo, en el exceso de recurrir al medicamento como solución y en el exceso de interpretar comportamientos “normales” como patologías.
Hay que seguir luchando para que los psicólogos puedan acceder a puestos de coordinación y de alta responsabilidad en los servicios públicos.
Por último, dejar constancia de que para que una persona esté estable y bien, no solamente hay que contemplar el aspecto biológico y psicológico, sino que el aspecto social es también fundamental. Del mismo modo, para promover la salud mental de los ciudadanos no sólo son necesarias estas dos figuras, también son fundamentales: educadores sociales, trabajadores sociales, enfermeros, neurólogos, fisioterapeutas, médico de cabecera, pediatras, voluntarios etc. Todos los profesionales de la salud que persiguen el objetivo de ayudar al prójimo, siempre estamos mejor unidos.
“La ilusión más peligrosa es pensar que sólo existe una única realidad” Paul Watzlawick
Júlia Pascual. Psicóloga en Barcelona | Terapia Breve Estratégica.