Extracto de una conversación entre una abuela y su nieta en el comedor de su casa. A pesar de estar en estado terminal, la abuela se esmeraba en vestirse con elegancia, combinando su atuendo y bata, peinándose como si fuera a la ópera, con los labios pequeños pintados de rojo y sus características uñas largas y cuidadas del mismo color.
– Estoy en el momento más feliz de mi vida.
– ¿Pero por qué dices eso, abuelita, si estás a punto de morir, te mueves en silla de ruedas y dependes de nosotros para todo: ir al baño, vestirte, comer…?
– Cuando seas mayor lo comprenderás. Daría cualquier cosa por quedarme así más tiempo… Soy muy, muy feliz.
– Me resulta muy difícil entenderlo, abuelita. ¿Qué hay de los dolores que sientes? ¿Y de no poder hacer lo que deseas?
– El amor que me dais supera el dolor; el amor lo puede todo, querida. Lo más importante en esta vida no es la salud ni el dinero, sino el amor. Ahora todos mis hijos, y hasta tú, mi pequeña, venís a verme a pesar de vuestras complicadas agendas… Estáis aquí conmigo solo porque me queréis. No os llamó, no os pido que vengáis; venís a verme porque queréis. Eso es la esencia de la vida: el amor.
– Te quiero mucho, abuelita… Estás preciosa, incluso estando enferma. Hoy te voy a hacer yo las cosquillas en la mano…
– Con el amor y su demostración uno lo tiene todo, mi pequeña. Recuérdalo.
Fue entonces cuando comprendí que una persona histriónica sólo puede alcanzar su fantasía de ser el centro de atención y recibir ese reconocimiento y amor espontáneo cuando está terminal. La abuelita ya no necesitaba esforzarse por destacar, sacrificarse, dramatizar, exagerar ni manipular para obtener atención, amor y cuidados especiales. Su deseo se había cumplido y se sentía serena y con plenitud.
¿Qué significa tener una personalidad histriónica?
Júlia Pascual en su libro “Los Narcisistas y tú” definió que desde un enfoque estratégico la personalidad es un sistema estable de percepción, sentimiento, pensamiento y acción frente a la realidad, que caracteriza el modo más frecuente en que uno se adapta a la mayoría de las circunstancias vitales y marca su estilo de vida. Imaginaros que, si la vida fuera un teatro, la personalidad es el personaje que interpretamos que acaba teniendo un guión marcado de percibir y reaccionar frente a las circunstancias.
¿Cómo identificar a una persona histriónica?: Los síntomas
El trastorno histriónico de la personalidad, según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5-TR), que ofrece un diagnóstico descriptivo nada útil para su intervención, se caracteriza por un patrón general de excesiva emotividad y búsqueda de atención que empiezan al principio de la edad adulta y que se dan en diversos contextos, como lo indican cinco (o más) de los siguientes ítems:
- No se siente cómodo en las situaciones en las que no es el centro de la atención.
- La interacción con los demás suele estar caracterizada por un comportamiento
sexualmente seductor o provocador. - Muestra una expresión emocional superficial y rápidamente cambiante.
- Utiliza permanentemente el aspecto físico para llamar la atención sobre sí mismo.
- Tiene una forma de hablar excesivamente subjetiva y carente de matices.
- Muestra auto dramatización, teatralidad y exagerada expresión emocional.
- Es sugestionable, por ejemplo, fácilmente influenciable por los demás o por las
circunstancias. - Considera sus relaciones más íntimas de lo que son en realidad.
Pascual explica que en los manuales psiquiátricos contamos con una definición descriptiva de los trastornos de personalidad. Sin embargo, enfatiza que es insuficiente reconocer y definir descriptivamente una patología; es imprescindible proporcionar a los profesionales de la psicología y la psiquiatría herramientas clave para resolverla. Añade que sólo podemos comprender un problema a través de su solución: inicialmente podemos tener una hipótesis, pero esta solo se puede validar a través de su resolución efectiva.
Subraya la importancia de transitar de diagnósticos descriptivos a diagnósticos operativos en los trastornos psicológicos. Estos últimos son diagnósticos que logran explicar el funcionamiento de estas personas y el círculo vicioso principal que construyen, el cual les provoca malestar a ellas mismas y a quienes conviven con ellas.
Pascual menciona que su método para explicar el guion predominante de percepción y reacción de las personas con trastorno histriónico es clave para proporcionar una guía terapéutica clara y las herramientas para su desbloqueo. Al entender cómo perciben predominantemente la realidad y su tendencia a reaccionar ante ella, se facilita el proceso terapéutico. La psicóloga estratégica puntualiza: lo más importante es enfocarnos en ayudar a las personas de la manera más efectiva y en el menor tiempo posible, y dejar de creer que el conocimiento consciente de las causas de un problema nos permitirá manejarlo. Prosigue señalando que debemos dejar de preguntarnos por qué somos como somos y comenzar a preguntarnos cómo funcionamos, para así lograr gestionarnos y adaptarnos a las circunstancias de la mejor forma posible.
Rasgos de la persona histriónica:
“sólo existo si me ven”
La personalidad histriónica se caracteriza por un profundo deseo de ser apreciado por los demás. Este anhelo constituye su energía vital, impulsándolos a perfeccionar el arte de la seducción, a destacarse mediante la exhibición y a adoptar un comportamiento teatral en busca de aprobación y validación.
Dicho impulso puede ser sumamente positivo y funcional, ya que la persona puede experimentar este deseo de agradar como un talento natural y como su principal motivación en la vida.
Comúnmente, estas personas son descritas como el alma o la alegría de las fiestas,fuerzas de la naturaleza y seres que poseen un ímpetu por la auto-mejora, el crecimiento, el progreso, el amor y el desarrollo de talentos, entre otros. A menudo logran atraer admiradores y seguidores gracias a su disposición a sacrificarse por los demás y a su actitud complaciente.
Algunos ejemplos de figuras públicas con rasgos de personalidad histriónica incluyen personajes y celebridades conocidas. Es interesante analizar el personaje de la película «La Máscara», el cual ejemplifica claramente la línea entre funcionalidad y patología. Si el personaje usa la máscara por demasiado tiempo, podría llegar a un punto en que no sea capaz de quitársela, resultando en que el personaje domine a la persona real. Es solemos hablar que el personaje se ha comido a la persona pero necesariamente no se le han subido los humos como sería en el caso de los narcisistas.
He omitido los nombres de personas reales y un personaje de ficción, ya que el uso de ejemplos específicos de personas con personalidad histriónica puede ser especulativo y potencialmente inexacto sin un diagnóstico clínico profesional. Además, la comparación con personajes de ficción puede ser ilustrativa pero no necesariamente refleja una comprensión clínica precisa de la condición y etiquetar personas reales suena a especulativo y carece de precisión pero algunos ejemplos de personas conocidas con personalidad histriónica podrían ser:
El personaje de la máscara por Jack Sparrow, Jack Sparrow (de los piratas del caribe)… Luego más reales parecería que lo presentan: Donald Trump, Marilyn Monroe, Arturo Valls, Kardashian, etc.
De la funcionalidad de la personalidad histriónica a la patología:
Ese deseo de agradar tiene dos caras de una misma moneda: el deseo de gustar a los demás percibido como una fuerza que me ayuda avanzar, crecer, sentirse más confiada y segura. O el deseo percibido como una falta o carencia, es decir, la percepción que si deseo esto es que no estoy bien con lo que tengo o si deseo esto que tiene otra persona es porque a mi me falta y eso es mejor.
- La cara de la funcionalidad: Desear y ser fuente de deseo de las personas percibido como una fuerza vital que me hace sentir bien.
- La cara de la disfuncionalidad: Deseo y ser fuente de deseo de las personas como una falta, carencia que me hace sentir mal (frustrada, rabiosa, envidiosa, triste, cansada…). Si presentan esa forma de percibir, esa mirada al mundo también observamos que clínicamente pueden aparecer otros trastornos tanto en el Eje I (otros problemas psicológicos) como el Eje III (problemas físicos)
Siempre viven en constante ambivalencia.
Dos formas de interpretar el guión predominante de estas personas en las que hemos observado que la desee como falta es la que provoca que presenten otros problemas psicológicos en el eje I.
¿Cuándo el histrionismo se convierte en un trastorno de personalidad histriónico?
“No sé si hoy interpretará el personaje de la complacencia o el de la intransigencia”
Principalmente es una cuestión de grado y frecuencia. Es decir, la persona con trastorno histriónico no entiende, ni a nivel consciente ni inconsciente, que no puede gustar a todo el mundo, ni tampoco que no puede ser siempre la que más ha gustado de una situación en concreto. Se lo puede decir mil veces pero acaba reproduciendo el guión con una máscara u otra. La psicóloga siempre dice que nadie se puede relajar porque siempre estamos entre un continuo entre normalidad y patología.
Ese proceso:
ESTILOS DE PERSONALIDAD <——-> NEUROSIS DE PERSONALIDAD <——-> TRASTORNO DE PERSONALIDAD
Así que igual que podemos empeorar si no hacemos algo también si hacemos podemos mejorar. Lo que demuestra la ciencia y los últimos estudio de neurociencia es que lo que no podemos es no cambiar.
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Júlia Pascual. Psicóloga sanitaria, investigadora y considerada la principal. Representante del modelo de terapia breve estratégica de Nardone en España.