“La persona histriónica lo es porque reestrena continuamente el guion de ser
ambivalente entre lo que desea y después rechaza, entre lo que anhela y después
desperdicia” (Pascual, J, 2024)
Entonces el diagnóstico operativo del TPH según Pascual (2023):
Son personas que en vez de percibir el deseo como una potencia vital que bien dirigido nos lleva a sentir alegría y sentirnos en plenitud, perciben que si desean algo es por falta de algo que no tienen en su presente, perciben el deseo como una carencia… Eso les hace sentir tristes y frustradas. Y después de tantas expectativas deseosas y sus consecuentes frustraciones que expresan con crisis de agresividad pueden llegar al punto de no querer tener ilusiones en la vida creando un cuadro depresivo.
La psicóloga Júlia Pascual sigue añadiendo a la nueva aproximación desde la terapia breve estratégica que,
La persona con Trastorno de personalidad histriónica sufre una angustia vital tanto por el hecho de:
- Vivir con el miedo de no gustar y ser rechazadas
- Percibir la condena de su forma de ser ambivalente, donde desgraciadamente acaba siendo una castradora del placer. Es decir, ante cualquier cosa que deseará y percibirá como placentera tarde o temprano la inhibirá, reprimirá o impedirá la experiencia del placer y la satisfacción vital. Eso le genera mucha rabia y frustración, y que si no es bien gestionada puede provocarle otras patologías tanto físicas como otras psicológicas (adicciones (drogas, trabajo, redes…), trastornos alimenticios, ansiedad, depresión, problemas sexuales, etc) para enmascarar y calmar su angustia vital o pueden acabar por hacer explotar su rabia hacia las personas de más confianza, generando un maltrato intrafamiliar difícil de detectar porque son expertas de persuadir hasta a sus víctimas y hasta los mismos psicoterapeutas.
Principales soluciones intentadas más utilizadas para calmar y buscar
Seguridad frente a su angustia vital es la: 1) Llamar la atención, 2) La Complacencia.
Las dos soluciones acaban siendo disfuncionales.
- Por ejemplo y como dice Nardone “los aplausos no se suplican se obtienen”, señalando con esta frase que si el espectador capta que uno obliga, se desespera o presenta demasiada exhibición y exageración para buscar la aprobación de los demás puede obtener justo lo contrario de lo que busca: en vez de aplausos pues tomates. O el amor ni se mendiga ni debe ser sacrificante para poner otros ejemplos dice la psicóloga.
- Y siendo complacientes, esta solución, lamentablemente, acaba siendo disfuncional porque que acaba manteniendo la problemática y generando nuevas problemáticas. Y es que acaban cayendo en la psicotrampa de la paradoja de la complacencia: son personas expertas en ayudar, servir, dar placer, y detectar las necesidades de los demás pero al mismo tiempo son incapaces de darse deseo y placer a ellas mismas. Eso los lleva a una sentir mucha rabia. Como perciben que si expresan al rabia no van a gustar a los demás se sacrifican a no sentirla (tragándosela o bloqueando o protegiéndola con otras enfermedades o con movimientos políticos o sociales) y esa forma de gestión acaba generando lo que tenían miedo a que ocurriera: el rechazo.
Las 10 soluciones disfuncionales del comportamiento histriónico
Para calmar la angustia vital de no ser apreciados por los demás las personas histriónicas se les ocurre aplicar toda una serie de soluciones que en vez de conseguir calmarla provoca que una personalidad histriónica funcional pase a disfuncional y además les genere otros problemas. Se les pueden ocurrir estas soluciones disfuncionales:
- Ser vistas, en llamar la atención de diferentes formas. Por ejemplo con conductas exageradas, superficiales, teatrales y rogar la aprobación y reconocimiento. Sienten ese deseo vital de ser vistas por ello algunas desde la mañana preparan minuciosamente como van a ir vestidas, peinadas, qué perfume usaran, que historieta van a explicar, qué secreto van a desvelar de un compañero o qué broma van hacer, etc. Se especializan en llamar la atención lo quieran o no lo quieran acaban siendo muy vistas. Se especializan en dramatizar, exagerar y en ocasiones mentir. Es muy típico que se les clasifique como personas falsas debido a que viven en esa continua ambivalencia. Pueden realizar actos antisociales, es decir, violar las reglas para llamar la atención o encandilar a una persona que también lo hace.
- Ser complacientes. Tienen la tendencia a complacer y satisfacer los deseos de los demás por encima de los suyos. Y eso les acaba agotando y generando nuevas problemáticas. (Cómo hemos explicado anteriormente caen en la paradoja de que les lleva a creerse incapaces de sentir placer e insatisfacción).
- Búsqueda de Aprobación: Tienden a buscar constantemente la aprobación y la atención de los demás. Esto puede llevarlos a actuar de manera complaciente, haciendo o diciendo cosas que creen que agradarán a los demás.
- Adaptabilidad en las Relaciones: Pueden ser extremadamente adaptables en sus relaciones, moldeando sus opiniones, intereses y comportamientos para alinearse con los de las personas a las que desean impresionar o de quienes buscan aprobación.
- Sensibilidad a las Necesidades y Deseos de Otros: A menudo son muy conscientes de las necesidades y deseos de los demás y pueden esforzarse en cumplirlos para mantener la atención y el afecto.
- Miedo al Rechazo: Su miedo al rechazo o a no ser el centro de atención puede conducir a un comportamiento complaciente, ya que tratan de evitar cualquier conflicto o desacuerdo que pueda alejar a las personas.
- Comportamiento Seductor o Provocativo: Pueden usar su comportamiento seductor o provocativo no solo para atraer la atención, sino también como una forma de complacer a los demás, adaptándose a lo que perciben como deseable.
- Dificultad para Mantener una Identidad Estable: La necesidad constante de complacer a los demás puede hacer que les resulte difícil mantener una identidad estable y coherente, ya que su comportamiento y opiniones pueden cambiar según con quién estén interactuando.
- Son manipulables y sugestionables porque su motor es estar al servicio de los demás para ser amadas. Se pueden creer fantasías e historias fácilmente porque para ellas no es tan importante lo que se dice de un acto comunicativo sino hacer sentir especial, bien y seducir y encantar al otro. En cualquier acto comunicativo no pueden no ser encantadoras de serpientes para que no pares de pensar en ellas aunque sea en el mundo de la fantasía y la realidad. Ejemplo: en la actualidad muchas personas se creen seres de luz y con dones especiales pero antes de creerse eso han sido manipuladas. Manipulan para evitar el rechazo y recibir la dosis necesaria de atención. Si no obtienen la atención necesaria que precisan en ese día van a manipular para conseguir la atención, aunque sea de una forma destructiva (ej: provocar discusiones, inventar enfermedades, culpabilizar, infidelidad, etc). La culpabilización, la victimización y la triangulación son de las técnicas que más usan.
- Bloquean la emoción de rabia puesto que se dan cuenta que es una emoción que si la expresan alejan a los demás. Entonces se especializan como hemos dicho en ser serviciales, complacientes, buenas personas, bellas físicamente, etc. Bloquear cualquier emoción genera neurosis, en este caso tenemos dos tipos de TPH:– 2.8.1. La persona que no puede bloquear la emoción de rabia y al final acaba saliendo de forma descontrolada con crisis histéricas hacía personas de máxima confianza, con sus personas que Pascual llama saco de boxeo.– 2.8.2 las personalidades histriónicas que han logrado ni sentir conscientemente esa emoción sale a través de sensaciones corporales y con enfermedades.
- Usan máscaras para gustar a los demás. Suelen ser personas camaleónicas, cambiantes e impulsivas. Por ello, si las personas con las que se rodea la persona histriónica se encontraran y pusieran en común lo que les ha contado encontraron incongruencias y mentiras. La persona histriónica cambia y adapta el discurso dependiendo de con quién está, para ella lo más importante es ser aceptada, valorada y cuidada.
- Impulsividad: nos damos cuenta de lo poco reflexivas que son sobretodo cuando se encuentran en situaciones donde pueden ser vistas y gustar.
- Sueñan despiertas. Fantasean para evadirse de sentirse insatisfechas con la realidad que han creado. Pero acaban estando tan a dentro en frecuencia y grado de las fantasías que viven enfadadas, frustradas y amargadas de ver que su realidad no se corresponde; pero en el momento que reciben una señal de la persona por ejemplo que han fantaseado rápidamente vuelven a desear y construir fantasías más de película que de realidad. Son especialistas en vivir de sueños y fantasías para sostener la angustia vital. Son personas enamoradizas.
- Son personas que tiene riesgo a ser infieles porque tienen tanta sensibilidad al rechaza y comparten como las personalidades límites el vacío y la inestabilidad emocional que entonces las acciones impulsivas en relación a su imagen: tratamientos estéticos, compras compulsivas, adicción a las redes sociales o en relación a su percepción de falta de amor-nunca suficiente placer, e incapacidad…
- Relaciones superficiales donde piensan que tienen relaciones más estrechas de lo que realmente tienen y centradas en sí mismas. Hacía los demás también se especializan a ser amadas, cuidadas, protegidas como princesas o príncipes, don Juanes.
- Crisis histéricas, crisis de malestar y de conversión: comparten con la personalidad límite el hecho de padecer crisis de agresividad que o bien sale la rabia fuera (que en ocasiones es difícil de diferenciar porque parecen ataques de pánico) o bien se expresa en dolencias físicas (enfermedades físicas o de salud mental) o el paciente puede llegar a padecer conversiones: parálisis y ceguera.
- Falta de introspección: tiene diferentes máscaras o personajes para interpretar según con qué persona o contexto está. Si no se quita nunca esta máscara y no se conecta con su interior y abraza las emociones (miedo, rabia, tristeza, placer) acaba desconectada. Por ello, está programada en no mirarse hacia dentro sino mirar hacia fuera para copiar e interpretar teatralmente el personaje que se necesite. La persona con TPH tiene facilidad en disociarse, presentar amnesias, desrealización, etc.
- Falta de empatía: dedica mucho tiempo a conseguir sus deseos y da por hecho que los demás están para servirle y ayudarle. Tantas personas histriónicas en el amor dicen que necesitan sentirse princesas pero contradictoriamente y en la vida real acaban teniendo maridos que son sus esclavos.
- Usan comentarios vagos, simplistas y generales para no molestar a los demás y no se enfaden. Les sale la sonrisa nerviosa y bromas muy vagas y absurdas. A la vez dramatizan y exageran la realidad y exageran las emociones no porque las sientan sino como vehículo, lo usan para sentir la atención de los demás pero el abuso provoca que las rechacen o las critiquen.
¡IMPORTANTE! No todas las personas con trastorno de personalidad histriónica exhibirán todas y las mismas soluciones ni tampoco la misma gravedad de estos comportamientos puede variar ampliamente entre individuos.
El círculo vicioso de la persona con trastorno de personalidad histriónico
“Cuando el deseo se les escapa”
Gráfico de Pascual, J (2024)
El hecho de sentir ese deseo de fascinar a los demás a un grado elevado y de forma constante le provoca el efecto contradictorio y acaban por sentir la falta de deseo.
El deseo intenso y constante de cautivar a los demás puede llevar a una paradoja en la que, paradójicamente, cuanto más se desea algo y se logra, menos deseo se siente hacia ello. Así, las personas pueden llegar a rechazar lo que estaban a punto de obtener debido a la disminución de su anhelo. Incluso al alcanzar sus metas, pueden desarrollar aversión hacia lo conseguido o sentir nuevamente la necesidad de agradar en otro contexto o a otra persona.
En su búsqueda de complacer, pueden terminar agotadas y con cansancio extremo experimentando un vacío y una insatisfacción crónicos. Esta trampa de insatisfacción las conduce a comparaciones dañinas, envidia, impulsividad en asuntos del corazón, retoques estéticos sin medida o compras compulsivas, entre otros comportamientos.
La gran paradoja del histrionismo reside en su deseo de proporcionar placer a los demás (mediante la ayuda, la contribución, el entretenimiento, etc.), pero a su vez, estas personas tienen dificultades significativas para valorar y disfrutar del placer que otros les ofrecen, así como para permitirse y proporcionarse placer a sí mismas.
Finalmente, esta incapacidad para encontrar placer en los demás, en la vida y en ellas mismas, las lleva a vivir en un estado de insatisfacción crónica. Frente a la angustia que esto les provoca, intentan encontrar alivio activando sus patrones histriónicos.
Derechos de autor reservados © (2024) por Júlia Pascual Guiteras. Todos los derechos reservados. Este texto, incluyendo, pero no limitado a, su contenido, ideas, expresiones y diseño gráfico, está protegido por las leyes internacionales de derechos de autor. Ninguna parte de esta obra puede ser reproducida, distribuida o transmitida en cualquier forma o por cualquier medio, incluyendo fotocopiado, grabación o cualquier otro método electrónico o mecánico, sin el permiso previo y por escrito del titular de los derechos de autor.
Júlia Pascual. Psicóloga sanitaria, investigadora y considerada la principal. Representante del modelo de terapia breve estratégica de Nardone en España.